29. UN ÁTICO PARA ALBAYZÍN

Últimamente os hemos ido hablando en Facebook y Twitter (si aún no nos sigues es un buen momento para hacerlo) sobre facilitar que los halcones liberados se decidan a criar en nuestra ciudad. Las condiciones indispensables están ahí: ya hay al menos dos adultos establecidos en sendos territorios, a uno de ellos incluso se ha sumado una hembra de origen salvaje, y su comida vuela por toda la ciudad. Ahora solo falta hacerles un poco más cómoda y atractiva la tarea de ponerse a fabricar halconcitos granaínos.

Una forma de conseguirlo sería administrándoles potentes dosis de afrodisíaco con el alimento, pero teniendo en cuenta que son animales libres y capaces de buscarse el sustento ellos solitos, ¿por qué iban a aceptar nuestros obsequios gastronómicos? Además, es posible que el zumo de ostras ni siquiera les gustara, y al precio que está la materia prima es mejor pasar a pensar en otras posibilidades.

La mejor solución es colocarles un bonito apartamento en el lugar adecuado para ellos, y confiar en que les parezca un buen sitio donde establecer su nidito de amor (nunca mejor dicho). Así que nos hemos puesto manos a la obra, y ya tenemos nuestra primera vivienda de protección oficial para halcones instalada. Concretamente, en uno de los huecos de la planta superior del conocido “cubo” de Caja Granada, sede central de dicha entidad y dormidero habitual de Albayzín.

Para la construcción de la caja-nido hemos seguido el modelo que utilizan en EE.UU. para el halcón peregrino. Sus dimensiones son 80 cm de largo, 50 de fondo y 50 de ancho. Lleva también un par de posaderos, y nosotros hemos añadido otro en la pared de enfrente, para dar mayor confort a nuestros amigos. Dentro hemos depositado una capa de 3 cm de espesor de gravilla, ya que el halcón peregrino prefiere este material a las ramas o la paja, que por otro lado pueden ser fuente de esporas de Aspergillus. Hemos cortado un trozo de la pared interior para poder tener una mejor visión de toda la caja-nido, y vamos a intentar instalar una cámara de grabación continua para conocer si recibe algún inquilino.

Agradecemos desde aquí a Caja Granada-BMN su colaboración en la colocación de la caja-nido. Ahora esperamos que a casi 40 metros de altura este hogar sea del agrado de Albayzín y que, una vez encuentre una hembra con la que emparejarse, decidan sacar adelante a la primera generación de halcones nacidos en Granada desde hace muchos años… ¡Estaremos muy atentos!