30. UN PISITO PARA LOS NOVIOS

Tras la colocación de la caja-nido para Albayzín, le tocaba el turno a su compañero de promoción y la novieta que ronda por su zona.

En su día pedimos permiso a la comunidad de propietarios del edificio Atalaya de San Lázaro, donde habitualmente duermen, para instalar allí una caja-nido para esta pareja. Como no obtuvimos una respuesta positiva decidimos que el Hospital Clínico, situado justo enfrente, podía ser una buena alternativa. La propuesta ha fructificado hasta el extremo de que tanto la caja-nido, como el bastidor metálico necesario para colocarla con total seguridad, han sido elaborados con mucho cariño por los propios trabajadores del hospital. Desde aquí nuestro agradecimiento más sincero. Además, el hospital tiene un importante problema con la sobreabundancia de palomas, y los halcones van a ayudar a resolverlo como solo ellos saben hacerlo, con clase y estilo.

Quizás alguno de vosotros se esté preguntando: ¿Cómo se elige el emplazamiento para la caja-nido? ¿Qué factores se tienen en cuenta? Lo primero es pedir el permiso de los propietarios del edificio hacia el que el halcón inclina sus preferencias diarias y, en caso de no obtenerlo, buscar otro alto y cercano al anterior. También hay que tener en cuenta que a los halcones les gusta dormir y anidar colgados del vacío, seguramente para tener una salida expedita para huir o defender a sus crías de forma rápida. Así lo hacen en el campo y así lo quieren en la ciudad. Quizás en ese sentido el emplazamiento ideal sería colgar la caja-nido de la fachada del edificio. Pero en ese caso los pollos, cuando hacen su primer vuelo, lo hacen apostando al todo o nada: aún no se han sacado el carnet de piloto porque no han podido hacer prácticas. 

Por eso no es mala cosa que la caja-nido se sitúe sobre una terraza (o uno de los huecos de la fachada, como en el caso de la colocada en Caja Granada) para que los pollos bajen ahí y practiquen durante un par de días. En la ciudad, si caen al suelo cuando aún no saben volar, corren serio peligro de ser atropellados por un coche o capturados por alguna persona. Sus valientes y abnegados padres nada podrían hacer para evitar un fatal desenlace.


¿Qué os parecen las vistas que hay desde la caja-nido? (click para ampliar)

Creemos que la forma de conciliar ambas cosas aparentemente contradictorias es colgar la caja al borde del vacío pero con caída a la terraza. Y por esto, y porque es el lugar más alejado de la puerta de acceso a la terraza del Hospital (y por tanto el más tranquilo) hemos situado la caja mirando hacia el Sureste.

En condiciones normales los halcones peregrinos hacen la puesta a lo largo del mes de marzo. La incubación tiene un mes de duración y los pollos permanecen en el nido unos 45 días. Por tanto, vuelan a finales de mayo, y en esas fechas ya suele hacer calor en Granada. Para paliar esas altas temperaturas hemos ampliado las medidas de la caja (1 metro de largo) y hemos colocado un panel en la “fachada principal” de 30 cm de ancho, al objeto de que proporcione algo de sombra a sus inquilinos durante la mañana.

Ahora solo falta que esta “pareja aún no emparejada” encuentre de su gusto el pisito, lo ocupe y haga realidad nuestro sueño, que ya es el de mucha gente: la recuperación como nidificante para Granada del príncipe del cielo, su alteza el halcón peregrino.