10. PARCHÍS EN LA CHIMENEA (COSAS DE HALCONES)

Eso parece viendo la foto, ¿verdad? Solo hay un pequeño problema: que no tengo absolutamente ni idea de qué es un parchís. Además, los halcones somos más de dominó. Eso lo sabe todo el mundo. ¿Tú no?

Si buscáis en una guía de aves, de esas en las que salimos dibujados de perfil y muy serios, aguantando el aire, como si nos estuvieran haciendo la ficha policial, o como en esos jeroglíficos egipcios donde el Dios Ra, un halcón, salía de lado y tieso como la mojama... Oye, para ser un pajarraco tengo mi culturilla general, ¿verdad? Pobres humanos, cómo subestimáis al personal... En fin, que me diluyo. Os decía que si buscáis información sobre nosotros veréis que dicen que somos “territoriales”. ¿Sabéis qué es eso, verdad?
No, no abras la Wikipedia, déjalo, ya te lo cuento yo. Ains. Pues los animales territoriales somos aquellos que defendemos un territorio, una zona donde tenemos nuestros nidos, nuestro alimento, en fin, esas cosas. Además, nos enfadamos mucho cuando otro de nuestra especie entra en él y lo echamos sin pedirlo por favor. Si estamos ahí, por algo será, habrá alimento, será un sitio seguro, y los otros halcones lo saben y no se lo piensan a la hora de meterse hasta la cocina. No es vida fácil la del halcón. Siempre volando, cazando, bregando. No es que nos enfademos, es que de defender aquello depende el seguir viviendo. Y eso no es cualquiera cosa. No es bonito que te echen de tu casa, ¿verdad?

Sin embargo, hasta que nos hacemos maduros y empezamos a buscar pareja, a buscar nuestro espacio, somos muy sociables. Pasamos mucho tiempo volando juntos, jugando a perseguirnos, a ensayar con mis hermanos técnicas de caza que están todavía en su versión 1.0, comiendo con camaradería. Somos compañeros. Y en esta imagen les estaba preguntando qué nos pasará cuando nos separemos. Cuando el compañerismo quede en el cielo, aunque se lleve en el recuerdo. Qué nos tendrá preparado el destino para cuando estemos solos y seamos halcones de mundo...