9. CONFIRMADO: NO ESTAMOS SOLOS

Lo entiendo. Entiendo que no os queden uñas que comeros, pipas sin sal que pelar, ni helado de chocolate que devorar a cucharazo limpio tirados en el sofá de mala manera, mientras un runrún os invade enteros. No os preocupéis, no sois los únicos impacientes por saber qué me contó Albayzín aquella tarde, en aquel tejado de aquella ciudad en la que nos estamos haciendo halcones Made in Granada. Os diré, aunque esté mal que yo lo diga, que he recibido muchas ofertas suculentas por contarlo. Y es normal. Todo el equipo de redacción de las revistas “HOLA Pajarraco” y “¿Qué me dices, Pollo?” están tirándose de los pelos porque saben que puede ser una bomba. Y lo es. Pero yo no suelto prenda. Rara es la tarde que Jorge Javier no se pasa por el tejado para tirarme de la lengua, y me habla de exclusivas que yo no comprendo, y de cheques que se me escapan, y...
Bueno, antes de nada, aclarémoslo: Jorge Javier es una cotorra argentina que se escapó de su jaula en 2010 y anda por los tejados de Granada llevando y trayendo, con ansia viva. Le encantan las infidelidades entre gorriones, le pirra saber que un pichón se va del nido antes de tiempo porque no soporta a sus padres, y le vuelve loco enterarse de que la herencia en sardinas de un gato callejero al final será para aquella niña de la que siempre estuvo enamorado. Un fisgón, vamos. Para que luego digan que las cotorras no tienen merecida su fama de... ¡cotorras! La exclusiva es para vosotros, ya lo sabéis. Pero no vendrá ahora. Necesito aún tiempo para digerirlo. Hoy os tengo que dar otra noticia que me tiene brincador y volatinero: ¡la familia crece!

Hace algunos días trajeron a dos nuevos pollos: un macho y una hembra. Él, juguetón, curioso y alborotador, nos quita la comida, se nos tira encima y no nos deja parar ni un momento. Vaya personaje. Pero se le quiere, hay que decirlo. Ella, enorme como buena hembra de halcón, más tranquila, creciendo a pasos agigantados, haciéndose una señora. Los dos se suman al equipo de halcones que seremos los patrulleros alados del cielo granadino en menos de lo que tardas en decir “pinchito-de-paloma”. Y vaya nombres que calzan... Boabdil, el nombre del último rey árabe de Granada, y Aixa, madre de este rey, aquella que entonó la mítica frase de “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. No se andaba con chiquitas... Pues los nombres han sido elegidos de entre las decenas de propuestas que, junto a preciosos dibujos (que los he visto yo), han hecho niños granadinos, con los que los voluntarios halconiles han estado en semanas pasadas (¡mil gracias a todos!). Pronto estarán revoloteando por los tejados. Mientras tanto, yo me acerco a verlos por las tardes y les cuento bajito, al oído, las claves para convertirse en un auténtico halcón granadino. ¿Tomarán buena nota?