11. BATMAN NOS LLEVA A LOS TRIBUNALES

El señor Batman, ese tipo enfundado en cuero por Dios sepa qué oscuras razones, el admirado superhéroe que lleva generaciones sin envejecer porque está acartonado, pero que no sabe siquiera ni lanzar unos míseros rayos catódicos por los ojos; el respetable defensor de la ciudad de Gotham que es incapaz de jubilar a su pobre mayordomo, a pesar de tener unos respetables 1.344 años de edad según su documento de identidad; nos ha denunciado. Sí, podéis sorprenderos. Pero os lo digo yo que tengo la citación para el juicio aquí a mi vera, y no salgo de mi asombro. Un tipo vestido de negro y con una bat-cueva secreta denunciando a un grupo de halcones. Pedro Almodóvar podría hacer una película con esa historia. Y la gente iría a verla...

La culpa la ha tenido uno de mis hermanos, Trevenque. Se lo tengo dicho: “No saques las patas del plato, tú tus palomicas, tus estorninos, algún gorrión a media tarde…”. Pero este es muy creativo, se ve que le va la cocina fusión, y el otro día cazó por primera vez... ¡Un murciélago! Nada más y nada menos. Y claro, Batman y el sindicato de “Murciélagos Unidos” se nos han echado encima como fieras. De nada sirve decirles que fue sin querer, que uno pasaba por allí y el otro se puso a tiro, que se juntaron el hambre con las ganas de comer en un cóctel explosivo, que es joven e inexperto y aún no tiene el paladar entrenado. Que lo veíamos en la tele de pequeños... Pero no hay manera. Dice que nos veremos en los tribunales. Y que vendrá con Robin.

Pero más allá de vericuetos legales, es una noticia fantástica. El instinto comienza a aflorar, comenzamos a pulir nuestra técnica, a seguir con los ojos encendidos a pájaros que pasan a la velocidad del rayo, a calibrar los mejores quiebros, a ensayar el golpe de gracia. Nos hacemos, en definitiva, halcones. Fallamos mucho al principio pero, poco a poco, vamos ajustándonos a una comida que no quiere ser capturada. La caza de Trevenque es un motivo de alegría, los demás no tardaremos en seguirle (de hecho Sulayr venía diciendo el otro día que se acababa de comer una tórtola, pero creo que era un farol, él es un poco así). Y de esta forma, de los murciélagos pasaremos a gorriones, estorninos o palomas, que son nuestras presas fundamentales. Me tiemblan las alas de las ganas. Y vosotras, palomitas, también deberíais de ir temblando... La caza ha comenzado.